Las calles Queen y University Av. estaban cortadas desde temprano. Poco a poco comenzaban a llegar personas desde los distintos rincones de la ciudad. Las familias con sus hijos, grupos de amigos y abuelos con sus nietos traían sillas, mantas, juegos, lonas y se sentaban en las veredas.
Se armó una suerte de pic-nic urbano masivo de varios kilómetros de extensión que recorría el centro de la ciudad de Toronto.
“Nunca había ido a una actividad así que reuniera tanta gente en la calle para celebrar como una fiesta en común”, dijo Rocío de la Fuente, una estudiante de intercambio argentina que vivía en Toronto durante ese otoño canadiense.
Los chicos mas pequeños sujetaban sus cartas dirigidas a Papa Noel. Uno (extranjero) no entendía porque las tenían allí ¿Quizás no las colocan junto al árbol de navidad? Era noviembre recién, ¿entonces para qué las tenían en ese momento?
Antes del inicio del desfile, se realizó una maratón en la que los corredores estaban todos disfrazados y saludaban a su audiencia.
Comenzaron a desfilar los distintos departamentos del municipio de la ciudad: los policías, los bomberos, los clubes deportivos más importantes y hasta el alcalde.
A Rocío lo que más le llamó la atención fué “ver a personas conocidas de la ciudad como el alcalde o los jugadores del equipo de béisbol de Toronto, los Blue Jays, que estaban ahí desfilando también y las gente los podía ver de cerca.”
Distintas marcas construyeron carrozas navideñas y se realizó una competencia para ver cuál era la más opulenta y bella.
Finalmente, llegaron los señores del correo canadiense y uno comprende porque los niños sostenían sus cartas. Vestido con motivos navideños, el correo recolectó las cartas de los chicos a Santa Claus para más tarde escribirles una respuesta que enviarían a sus casas.
“El momento más lindo para mí del desfile fue cuando el camión del correo de Toronto pasó y recolectó las cartas de los chicos para Papá Noel,” dice Rocío. “Fue muy lindo que todas las personas que trabajan en el correo recolectaban las cartas de los chicos.”
Uno en ese momento logra palpar como la comunidad torontiana incluye a todos y ve la faceta distintiva del lema de la ciudad: “diversity our strength“.